Muchas personas desean aprovechar mejor los espacios que tienen en los patios de sus casas, y una forma inteligente para sacarle provecho a ese espacio extra, es construyendo un funcional cuarto de herramientas en el jardín. Un cuarto de herramientas puede servir no solo para almacenar todas las herramientas que quieras, sino también para pasar tiempo dedicándote a diferentes actividades, como reparaciones, fabricación de utensilios o manualidades en general.
La ventaja es que un cuarto de herramientas en el jardín no necesita ser demasiado amplio, ni requiere de complejos pasos o técnicas para construirse. Por lo general, un cuarto de herramientas suele ser una caseta que puedes decorar a tu gusto que cumple funciones específicas. A continuación, se muestran los pasos que debes seguir para construir un cuarto de herramientas en el jardín.
1: Elige el lugar y el tamaño del cuarto de herramientas
Lo primero que debes hacer es elegir el lugar exacto donde vas a colocar el cuarto de herramientas. Procura que sea en un lugar de fácil acceso, que tenga una buena iluminación y una excelente ventilación, y ten en cuenta que no debe interferir con el resto de las actividades que se desarrollan en el jardín.
Por otro lado, debes fijarte en el tamaño final que tendrá cuando esté listo, el cual podrá depender del tamaño de tu patio, de la cantidad y tamaño de las herramientas que quieras guardar y de las diferentes actividades que quieras llevar a cabo dentro de él.
El tamaño mínimo recomendado para el cuarto de herramientas es de al menos 2 metros de alto, 2 metros de ancho y 2 metros de largo. Esto permitirá que puedas moverte cómodamente y almacenar distintos tipos de herramientas.
2: Prepara el terreno y la base
Luego de haber elegido en lugar indicado, y de haber realizado las mediciones adecuadas para determinar el tamaño final del cuarto de herramientas, debes preparar el terreno donde lo vas a construir. Ten en cuenta que el suelo debe estar totalmente nivelado, que debes retirar todas las piedras, las raíces y las malas hierbas para compactar la tierra.
Luego, puedes empezar a construir la base utilizando las herramientas necesarias. Ten en cuenta que la base puede ser de hormigón, de madera o de metal, pero tiene ser lo bastante firme, resistente para que el cuarto de herramientas quede bien asentado en el suelo y no se mueva ni se dañe con el paso del tiempo.
Procura también, dejar un espacio entre la base y el suelo, para evitar que el agua se filtre y provoque daños dentro del cuarto de herramientas.
3: Construye la estructura y el techo
El siguiente paso es darle forma a la estructura y montar el techo de tu cuarto de herramientas. La estructura son todos los pilares, las vigas y los paneles que forman tanto las paredes como el suelo.
Para armar la estructura, puedes usar madera tratada, metal o plástico, según tus preferencias, el tipo de clima de tu región y tu presupuesto.
Procura fijar correctamente cada parte de la estructura a la base con tornillos o clavos, asegurándote de que todo quede perfectamente nivelado.
Luego, cuando la estructura esté completamente ensamblada, puedes comenzar con el montaje del techo. El techo puede ser de chapa, de tejas o de lona, según el clima y el estilo que quieras darle al cuarto de herramientas.
Coloca el techo sobre la estructura con una pequeña inclinación para que el agua de lluvia no se acumule sobre este. Puedes añadir canaletas de PVC para que el agua corra hasta el suelo o algún material impermeable para evitar filtraciones.
4: Personaliza el cuarto de herramientas
El último paso, es añadir las puertas, las ventanas y la decoración al cuarto de herramientas. Ten en cuenta que, tanto las puertas como las ventanas van a permitir la entrada de luz y aire, y, por lo tanto, debes añadir al menos una puerta para ingresar y salir y una ventana por la que entre luz natural. Procura que tanto las puertas como las ventanas sean de materiales resistentes.
Por otro lado, puedes añadir los detalles que darán personalidad y funcionalidad a tu cuarto de herramientas. Puedes pintar las paredes del color que más te guste, colocar aislamiento térmico o acústico, instalar estanterías y cualquier tipo de decoración que creas necesaria.