El agua no solo es un recurso natural, es la principal fuente de vida del ser humano. Hoy en día cientos de poblaciones pobres del mundo no tienen un fácil acceso al preciado líquido y la crisis sigue en aumento gracias a los crecientes cambios climáticos. Por esta razón se hace cada vez más indispensable cuidar mejor nuestro consumo.
Por este motivo la constante innovación tecnológica ha puesto a nuestro alcance tecnologías que nos facilitan la vida y nos ayudan con esta causa. Tal es el caso de los sistemas de reducción de caudal para grifos, que regulan el consumo doméstico del agua en nuestros hogares y lugares de trabajo.
Gracias a este tipo de dispositivos podemos garantizar reducir los montos de nuestra factura del servicio ya que el consumo del agua disminuye en promedio en un 50 por ciento. Conozcamos los dos principales sistemas de grifos economizadores de agua que pueden ser aplican para lavabos, duchas e inodoros.
Grifos electrónicos:
Este tipo de grifos se pueden instalar en el lavamanos, en la ducha o en el fregadero de la cocina. Su funcionamiento es igual para cualquiera de estas modalidades, el agua no se activa hasta que alguien se acerque a la llave a una determinada distancia. Esto se debe a que depende de un sensor de luz infrarroja que viene incorporada dentro del grifo y que deja salir el agua cuando detecta el corte de la luz. Esto permite solo el uso necesario, cortando el flujo cuando se sale del contacto con el grifo.
Aunque fue ideado principalmente para baños de uso público, ha calado en el gusto de los usuarios en general, convirtiéndose en un sistema cada vez más popular dentro de miles de casas en el mundo.
Este sistema garantiza que el grifo permanezca cerrado siempre que no haya cerca ningún objeto, por lo que su principal ventaja es el ahorro de agua, que puede reducirse hasta en un 50 por ciento.
Sin embargo, su desventaja es que funciona principalmente con baterías alcalinas, o es necesario el suministro de energía a través de una red eléctrica, lo que hace que su coste sea más elevado en comparación con la grifería tradicional.
Grifos temporizadores:
Se emplea actualmente en numerosos lugares, principalmente baños, de concurrencia pública. Este tipo de grifos son los que limitan el flujo de agua solo durante un intervalo de tiempo determinado desde que se presiona un pulsador, lo que también ayuda a evitar el despilfarro de agua por un grifo mal cerrado.
Su mecánica de funcionamiento es simple. Al hacer presión sobre el pulsador del cabezal se abre el canal por el que sale el agua desde la cámara del pistón hasta el grifo y el tiempo que permanece abierto depende de un disco que internamente lo controla según la presión de agua registrada. Al terminar esta especie de recorrido se vuelve a cerrar el caudal de agua.
Los modelos más innovadores de este tipo cuentan además con sistemas de bloqueo automático que actúa en el caso de que el pulsador permanezca abierto por demasiado tiempo, con el fin de evitar posibles inundaciones. No obstante, hoy en día algunas marcas algunas marcas han lanzado modelos de grifos temporizador que permiten el cierre voluntario tras una segunda pulsación.
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